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el frío y la humedad ambiental, amigos íntimos

frío y humedad

El otoño, caracterizado por la caída de las hojas de los árboles, por los días nublados y las lloviznas. Asociamos la humedad ambiental a la bajada de las temperaturas y a la abundancia de lluvias. A pesar de que en el exterior la humedad contenida en el aire si es mayor, la contenida en el aire interior de una vivienda o local no tiene porqué aumentar, pues dentro de un edificio las variables lluvia-humedad no deben estar directamente relacionadas. Este hecho no es nuevo para quienes tienen que luchar con la humedad ambiental en el hogar independientemente de la estación del año en la que se encuentren. La lluvia no es sinónimo de exceso de humedad en el interior. Exceso de humedad ambiental interior es la que conocemos como humedad por CONDENSACIÓN.

¿Qué es el exceso de humedad ambiental, humedad por condensación?

Humedad por condensación

Si hablamos de humedad del aire, los estudios han demostrado que el nivel ideal de humedad ambiental en el hogar está en una franja comprendida entre el 48 % y el 65%Por encima de estos niveles, estaríamos hablando de un exceso de humedad ambiental o lo que es lo mismo, de humedad por condensación.

Este tipo de humedad es debido a la elevada acumulación de moléculas de agua en el aire. Cuando el aire entra en contacto con una superficie cuya temperatura es inferior o igual a la del rocío, de él se desprende el exceso de moléculas de agua, fijándose en la superficie con la que ha entrado en contacto, pasando el agua de estado gaseoso a líquido.

Cuando una masa de aire se calienta, ocupa mayor volumen, teniendo por tanto mayor capacidad de absorción de moléculas de agua, cuando dicha masa de aire entra en contacto con otra masa de aire o zona con menor temperatura, aquella pierde volumen y a su vez capacidad de retención de moléculas de agua, por lo que desprende parte de las moléculas que poseía, produciéndose el punto de rocío. El valor de éste se puede determinar por medio del diagrama psicrométrico del aire o diagrama de Mollier.

Diagrama de Mollier
Diagrama de Mollier, imagen naut.blogcindario.com

¿Por qué sentimos frío a 20ºC?

La sensación térmica es la reacción del cuerpo humano ante las diferentes condiciones ambientales y personales. Nuestras amamas tienen razón, y la ciencia nos lo confirma, lo importante no es la temperatura que marca el termómetro (temperatura seca), sino la forma en que nosotros percibimos la sensación de frío o calor. Vamos por ello a analizar estas variables

Condiciones personales 

  1. El calor producido por nuestro propio cuerpo.                                                                                                                             Nuestro cuerpo genera calor mediante reacciones de combustión que tienen lugar en las células. Cuanto mayor sea la cantidad de energía que necesite nuestro cuerpo, más calor producirá. Por ejemplo, cualquier persona sentada y quieta produce menos calor que una persona en movimiento o realizando cualquier ejercicio.
  2. La ropa y/o calzado. La indumentaria con la que nos cubrimos determina el nivel de aislamiento con el medio exterior. Los materiales y tejidos de nuestra ropa actúan a modo de barrera ante el frío externo.

 Condiciones ambientales 

  1. Temperatura seca. Es la temperatura que marca un termómetro común. La temperatura del aire, prescindiendo de la radiación calorífica de los objetos que rodean ese ambiente y de los efectos de la humedad relativa y de la velocidad del aire.
  2. Temperatura radiante. Depende de la temperatura que poseen los objetos y superficies que están a nuestro alrededor. Cada elemento del entorno de un cuerpo humano, emite o absorbe calor en forma de radiación, dependiendo de la diferencia de temperaturas entre el cuerpo y el elemento. Si la temperatura del elemento es más alta que la del cuerpo, éste se calienta; si, por el contrario, es menor, éste se enfría emitiendo radiación hacia el elemento frío. Un ejemplo sencillo lo tenemos cuando andamos descalzos sobre un suelo de baldosas, éstas nos trasmiten su temperatura, habitualmente inferior a la de nuestro propio cuerpo, dejándonos los pies helados; sin embargo cuando andamos sobre un suelo radiante, sentimos una sensación placentera al radiarnos/trasmitirnos su calor.
  3. Velocidad del aire.  El aire en movimiento favorece la transpiración de la piel y la enfría. ¿Por qué en verano, incluso con 30 grados, paseando por la orilla del mar no lo pasamos mal?, por una sencilla razón, la presencia de viento acelera el enfriamiento de la piel y nuestra sensación es más satisfactoria.
  4. Humedad del aire. La humedad es la cantidad de vapor de agua contenida en el aire. Con temperaturas altas el exceso de humedad acentúa la sensación de calor. En cambio, con temperaturas bajas, un exceso de humedad en el aire aumenta la sensación de frío. Como hemos comentado anteriormente, un % de humedad tanto excesivo como insuficiente en el aire de nuestra vivienda o local, provoca en nuestro cuerpo un malestar.

Una vez explicadas las posibles variables y cómo nos afectan a la hora de percibir la temperatura, vamos a centrarnos en la humedad del aire o humedad ambiental y la temperatura.

Aire húmedo - aire seco
Imagen http://www.areaciencias.com/meteorologia/humedad.html

El tener un índice de humedad óptimo dentro de nuestra vivienda o local es esencial para lograr un confort térmico. No nos vale de nada encender la calefacción y poner el termostato a 20ºC para calentar nuestra vivienda y tener un exceso de humedad en el aire. El presupuesto que invertimos en calentarlo se lo come la humedad retenida en el aire, generándose una sensación térmica inferior a la temperatura real. No es lo mismo calentar «aire» que calentar «aire y agua». El agua necesita mayor energía para aumentar su temperatura, lo que supone mayor gasto en calefacción.

humedad relativa
Imagen http://www.areaciencias.com/meteorologia/humedad.html

Para conseguir los 20ºC de los que hemos hablado, podríamos estar las veinticuatro horas del día con la calefacción encendida y dependiendo del exceso de humedad del aire no llegar a alcanzarlos. Cuando ponemos en marcha el sistema de calefacción, éste comienza a irradiar calor, aumentando la temperatura en la masa de aire existente en la vivienda o local. En una masa de aire con un índice óptimo de humedad el calor se mantiene en el tiempo, en cambio en una masa de aire húmeda el calor es absorbido por las moléculas de agua. Debido a esto en viviendas o locales con exceso de humedad ambiental la pérdida de temperatura es muy rápida y los consumos en calefacción son entre un 30 y un 40% superiores.

Puchero caliente - puchero frío

Un claro ejemplo sería un puchero puesto al fuego. Si éste está vacío inmediatamente alcanza altas temperaturas, sin embargo, si el mismo puchero contiene agua tarda mucho más tiempo en alcanzar la misma temperatura, ya que a la vez que se calienta el puchero, se calienta el agua. Es decir, parte del calor que absorbe el puchero lo absorbe el agua. Lo mismo sucede al aire con exceso de moléculas de agua, que parte del calor que absorbe el aire, pasa a calentar el exceso de moléculas de agua contenidas en él. Es por ello que a mayor grado de humedad ambiental, mayor gasto en calefacción para conseguir la misma temperatura, incluso podríamos decir que en ocasiones ni aún así alcanzaríamos la temperatura programada.

Es por todo ello que desde Euskalsec recomendamos controlar el grado de humedad ambiental en el hogar, no obstante en ocasiones este hecho en principio fácil, se vuelve imposible, y es necesario ponerse en contacto con una empresa especializada en humedades, que in situ realizará un diagnóstico completo y gratuito y le emitirá una solución definitiva.

 LUCHAMOS POR HOGARES SANOS, LIBRES DE HUMEDAD

 

 

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